Es curioso lo mucho que pueden cambiar las cosas en apenas tres meses, justo los que han pasado desde las elecciones. En la legislatura pasada, la derecha más rancia y arcaica que hay en España se reunía en multitudinarias manifestaciones para acusar de asesinato y traición al presidente del gobierno. Ayer, sin embargo, esas mismas personas volvieron a juntarse para gritarle lo mismo a Mariano Rajoy, a quien hasta hace tan poco adoraban como a un paladín de la política. Parece cuanto menos chocante.
Sin embargo, si nos paramos a pensar en ello nos daremos cuenta de que es lo más lógico y normal, pero para verlo hemos de remontarnos hasta hace algo más de cuatro años, justo cuando Aznar decidió no presentarse a la reelección y eligió a dedo a Mariano Rajoy para sustituirle. En aquel momento, quizá temeroso de un retorno a la política centrista que tanto había despreciado en su última legislatura como presidente, Jose María ató a su candidato mediante los lazos de Acebes, Zaplana y Aguirre, todos ellos del ala más dura posible. Por si todo eso fuera poco, también añadió la ayuda mediática de la COPE y del diario el Mundo para hacer el trabajo sucio de desprestigio contra Zapatero. Estaba seguro de haberlo dejado todo planeado, pero se equivocaba.
Debido a las mentiras tras los atentados del 11 de marzo, el Partido Popular perdió las elecciones, aunque en Génova nunca llegaron a pensar que habían cometido un error. Quizá consideraron que un pequeño genio maligno les había gastado una broma pesada, no lo sé, pero lo que es evidente es que decidieron que seguirían por el mismo camino, pues creían que sería demasiada mala suerte que la catástrofe se produjera dos veces seguidas. De esta forma se pasaron cuatro años haciendo una oposición destructiva de extrema derecha, y, cuando llegaron la elecciones volvieron a perder. La diferencia fue que esta vez no podían echarle la culpa a nadie ajeno al partido, ya que resultó obvio que habían hecho algo mal.
Entonces llegamos al meollo de la cuestión: la búsqueda del culpable. Desde la COPE y el Mundo, instigados por Esperanza Aguirre y sus tremendas ansias de poder, señalaron a Rajoy y le exigieron su dimisión. Todos pensamos en aquel momento que Mariano no tendría fuerza suficiente para resistir el ataque, pero nos sorprendió a todos cuando no sólo se mantuvo en el cargo, sino que reaccionó limpiando los puestos de responsabilidad de los restos del aznarismo más radical. Se cargó a Acebes, a Zaplana y también a María San Gil, y, con la ayuda de Gallardón, ha comenzado a reconducir a su partido por un camino más moderado, que era necesario para un sistema democrático sano.
Lo que ocurre es que esa derecha moderada es el peor enemigo de Espe, que sabe que hay mucha gente que vota al PP porque son conservadores, pero que no la votarían a ella si hubiera otro candidato del mismo signo político pero no tan extremista. Por eso ahora instiga a sus huestes a que organicen pequeñas concentraciones de descerebrados para intentar destruir a Mariano de la única forma que saben: el insulto y la descalificación fácil.
El enemigo ha cambiado. Ese es el mensaje.
La Crisis del PP
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3 comentarios:
Lo que está pasando en el PP es normal. Lo que no es normal son las reacciones: tratar de ocultar cualquier indicio de democracia. Me dió asco la elección a dedo de Rajoy, y lo de ahora me parece ridículo. En vez de realizar primarias... se meten en estos embrollos de... "no pasa nada, seguimos sonriendo", demostrando que son aún mas hipócritas de lo que eran.
Por lo menos espero que, viviendo en este país de cenútrios en el que vivimos, cuando por desgracia, vuelva a gobernar el PP, espero que sea Gallardón el presidente del gobierno.
rajoy es un cadaver politico. nadie que pierda unas elecciones deberia presentarse una segunda vez. pero desde luego nadie que ha perdido en dos ocasiones puede plantearse en serio seguir al frente de la oposicion para las siguientes.
lo que esta consiguiendo mariano es abocar al PP a la desaparicion, y al margen de ideologias, como el otro grande de españa todos deberiamos esperar que no lo consiga. necesita una renovacion de la faccion extrema, pero tb un nuevo candidato y una renovacion mas profunda.
Lo que dices es cierto, y es más, creo que el propio Rajoy lo sabe. Lo que pasa es que si hubiera renunciado con toda seguridad el relevo habría tomado Espe, y eso no es lo que nadie con dos dedos de frente quiere que pase. Por eso, él ha afrontado la limpia primero, que además quema mucho, y supongo que luego se retirará.
Lo dije antes y lo repito ahora: me parece prácticamente imposible que se presente a unas terceras elecciones. Pero mientras tanto, no creo que se equivoque al darle al partido el giro que toda España necesitaba que diera.
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