Un nuevo año llega a su fin esta noche, y es el momento de mirar hacia atrás y hacer balance. No os preocupéis, no pretendo aburriros con mi poco interesante vida, nunca fue esa mi intención cuando decidí crear el blog. Si lo que buscáis es morbo, dentro de un rato empieza el Tomate y ahí hay de eso para dar, tomar y regalar.
En primer lugar, durante el 2007 hemos conocido la sentencia del juicio del 11 de marzo, que cierra definitivamente la polémica en torno al mayor atentado terrorista que hemos sufrido nunca en este país. Muchas voces pedían respuestas y ahora ya las tienen, aunque algunos no quieren escucharlas. Pero, de todas formas, el hecho de que no hay más ciego que aquel que no quiere ver no es una novedad.
También hemos visto impulsada la muy necesitada "Ley de la Dependencia". Independientemente de cuál sea el partido político que la ha confeccionado, y de que aún no ha logrado funcionar todo lo bien que debería, nadie puede negar que era algo primordial en un lugar como España, que cada día tiene más personas mayores a las cuales es preciso cuidar.
Por otra parte, en la parte negativa, parece que cada día que pasa las tensiones en Oriente Medio se recrudecen, con atentados diarios, secuestros, amenazas, y demás muestras del integrismo más desaforado. Ojalá se pudiera hacer algo efectivo contra este tipo de extremismo, pero considero que los creencias religiosas son muy dificiles de combatir, y quienes las inculcan se esfuerzan cada día en crear odio. Es un problema que creo que seguirá empeorando el año que viene.
Si seguimos centrándonos en el aspecto negativo de este 2007, podemos añadir que la Iglesia sigue con una actitud retrógrada y homófoba, promoviendo actos de protesta y apropiándose de valores que de ninguna forma pueden corresponderles a ellos: la libertad, la igualdad, la educación, el amor... Todas estas cosas son del tipo de las que los miembros de la curia poco pueden conocer por su propia naturaleza, pero ellos aún así se permiten el derecho no sólo de opinar, sino de sentenciar acerca de ellas. Sin embargo, esto no es una novedad, y tampoco preveo que vaya a cambiar no ya sólo en un año, sino en diez o veinte.
Por último, el 2007 será siempre recordado por mí como el año en el que me decidí a dar el gran paso de escribir mi propio blog. Puede que aún no tenga muchos lectores, pero espero que con el tiempo eso cambie y empiece a mejorar.
Podría escribir más cosas sobre este último año, pero la verdad es que me extendería demasiado, así que con estas pocas reseñas voy a terminar mi balance. Como conclusión, si es que se puede sacar alguna de algo tan poco riguroso como lo que he escrito, podemos decir que ha sido un año normal, y quizá no sea demasiado atrevido desear que el próximo mejore el actual.
Balance de Fin de Año
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