Cuando me contaron que Ken Follett estaba escribiendo la secuela de su novela más famosa, "Los Pilares de la Tierra", tuve muchísimas dudas acerca del resultado de su esfuerzo. Ya se sabe, segundas partes nunca fueron buenas, y cuando además el libro original era no sólo bueno, sino excelente, mantener el nivel se antojaba bastante complicado.
Mi principal tribulación era acerca del argumento, pues el final a partir del que debía comenzar no había dejado ninguna trama abierta. Con el tiempo fueron sabiéndose más datos sobre esta nueva entrega, con lo que se desveló que no sería una secuela al uso. Lo único que tendría en común con "Los Pilares de la Tierra" sería que se desarrollaría en Kingsbridge, pero 200 años después, y con descendientes de los primeros protagonistas. Además, se dio a conocer el título de la obra, que sería "Un Mundo Sin Fin".
Los personajes principales fueron el siguiente dato que salió a la palestra. Al parecer, la novela comenzaría con cuatro niños que presenciarían un suceso que iba a marcar no sólo sus vidas, sino el destino de toda la nación de Inglaterra durante los siguientes años. Ellos serían Caris, la hija de un acaudalado comerciante de lana descendiente de Tom Builder, y que sueña con llegar a ser doctora pese a que su sexo se lo tiene vedado; Merthin, un joven brillante que es la viva imagen de su antecesor Jack Builder pese a que anhela ser caballero; Ralph, el hermano menor de Merthin, pero que no ha heredado el intelecto propio de su familia; y Gwenda, una sencilla campesina todo corazón y con una voluntad de hierro.
Pues bien, precisamente ayer el propio Ken Follett acudió a la Catedral de Vitoria, en la que se ha inspirado ligeramente, para presentar la versión castellana del libro, pese a que ya llevaba a la venta dos o tres semanas. Yo, como no podía ser de otra forma, había adquirido mi ejemplar casi inmediatamente después de su aparición en las librerías, y ahora descansa, leído y con sus secretos desvelados, sobre mi mesita de noche. Con esto quiero decir que me encuentro en posición de entrar a juzgarlo más allá de las apariencias.
Lo primero que debo comentar es que el argumento es apasionante, pero quizá le falte un poco de profundidad para tratarse de un libro tan largo. Con esto no quiero decir que pierda interés en algún punto, sino que en ocasiones es demasiado sencillo y da la sensación de ser predecible, pese a que luego no llegue a serlo. Quizá a esto contribuye el hecho de que no exista un objetivo tan claro para los personajes como era en "Los Pilares de la Tierra" la construcción de la Catedral.
Y ya que estamos hablando de los personajes, algunos me han dado la ligera sensación de parecerse demasiado a sus antepasados, a quienes ellos no podían haber conocido, y cuyos rasgos deberían haberse diluído más con el paso de los años. Otros, en cambio, llevan un camino paralelo a aquellos a los que, inconscientemente, los asocias, pero luego evolucionan por unos derroteros impredecibles. Sin embargo, esto no es una crítica, porque creo que es inevitable que se produzcan esos vínculos involuntarios entre los personajes originales y los de la secuela. Es lo mismo que me ocurrió cuando leí "El Médico" y "Chamán" de Noah Gordon, entre los que cabe establecer más de una relación con estas dos novelas de Follett.
Por lo demás, se podría decir que la mayoría de las demás críticas que recibirá "Un Mundo Sin Fin" serán por ser la típica novela best-seller, pero eso para mí no es un problema. De hecho, considero que, cuando un libro se vende, algo debe tener, y, por lo general, es ese tipo de literatura el que más me engancha. Además, esta secuela, si bien no alcanza el grado de obra maestra que para mí sí tiene "Los Pilares de la Tierra", es una muy digna sucesora, entretenida y apasionante. A todos los que hayáis disfrutado con la primera parte, os recomiendo también la segunda sin ningún lugar a dudas.
Y, para terminar, a modo de conclusión de este superficial análisis, quería comentaros que, en las múltiples entrevistas que concedió ayer Ken Follett, comentó la posibilidad de escribir incluso una tercera parte en torno a la Catedral de Kingsbridge, pero no a corto plazo. Yo la esperaré ansioso, deseando que mantenga, al menos, el nivel de este "Un Mundo Sin Fin".
Un Mundo Sin Fin
Publicado por Nacho Amigo a las 11:42 | |
Categoría: Literatura
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