La Séptima y el Fútbol

Cuando era pequeño, al contrario que la mayoría de chicos de mi generación, el fútbol me era bastante indiferente. Esto era, seguramente, porque mi padre era una de los pocos hombres a los que dicho deporte le daba bastante igual, por lo que en mi casa nunca se prestó mayor atención al asunto. Crecí ignorando por qué tanta gente perdía la cabeza por un balón tan grande que no podía abarcarse con la mano.

Sin embargo, todo cambió hace hoy diez años. Recuerdo que aquella noche nos sentamos a cenar en frente de la tele, y, como no ponían nada mejor, sintonizamos la retransmisión de la final de la Copa de Europa entre el Real Madrid y la Juventus de Turín. Desde el principio las imágenes me absorbieron de una manera insospechada. La tensión era vibrante, y, aunque hasta algún tiempo después no me di cuenta de la importancia de aquel triunfo, grité el gol de Mijatovic con una pasión desenfrenada. Aquel partido me marcó a fuego para siempre.

Por eso hoy quería hacerle un homenaje a aquellos héroes que consiguieron la séptima Copa de Europa para un Madrid que en aquel momento había perdido tanto prestigio que era motivo de escarnio incluso en los anuncios de la tele ("Y el Madrid... ¿Otra vez Campeón d'Uropa?"). Fueron ellos los responsables de que me guste tanto el fútbol y de que sea merengón hasta la médula. No cabe decir más que gracias.

Además, como regalo para todos aquellos que, como yo, recuerdan con un cariño especial aquella noche del Amsterdam Arena, quiero dejarles un magnífico video de Informe Robinson en el que se desvelan bastantes detalles poco conocidos de aquel partido. Es un poco largo (casi veinte minutos) y no puedo colocarlo directamente en el blog, pero merece la pena, de verdad. Sólo tenéis que pinchar aquí.

Que lo disfrutéis.