Aunque puede que muchos no sepáis de existencia la existencia del canon compensatorio por copia privada, estoy seguro de que la mayoría lo habéis sufrido más de una vez. Además, debido a los últimos cambios que ha sufrido, puede que los que sí que lo conocíais no sepáis hasta qué punto ha llegado, por lo que he sentido la necesidad de dedicar este post a hablar de ese tema.
Todo surge de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), que pretende velar por los intereses de los artistas, editores y productores. De esta forma, cuando alguien realiza una copia de su obra para uso privado, el canon se encarga de compensar la supuesta copia original que el dueño no compra. Además, hay que entender uso privado no sólo como algo para uso estrictamente propio, sino también como préstamos a los amigos, o incluso compartición a través de Internet, siempre y cuando no exista ánimo de lucro con dicha actividad.
El problema es que el canon se cobra en forma de tasa sobre el precio final de los dispositivos de almacenamiento, y cuando alguien te vende dicho dispositivo no conoce el uso que tú le vas a dar. De esta forma, estás sufragando a las entidades gestoras de derechos de autor, como la SGAE, y que son quienes, por ley, deben cobrar el canon, incluso cuando copias las fotos del verano o grabas un proyecto para tu empresa. No sólo eso, sino que además dentro del campo de acción de la SGAE, que es la entidad que más dinero recibe por el canon, sólo entra la gestión de los derechos de la música y las películas españolas, pero cobran aunque las que estes copiando sean, por ejemplo, norteamericanas.
Pero además las cosas están empeorando, pues hasta el pasado día uno de enero el canon sólo se aplicaba a cintas de vídeo, de audio, CDs, DVDs y reproductores de MP3 portátiles. Esto entra, dentro de lo que cabe, en el ámbito lógico, obviando el hecho de que buena parte de los discos vírgenes no se utilizan para grabar contenidos protegidos por copyright. Sin embargo, a partir de ahora, el canon ha ampliado su ámbito de aplicación a los móviles, con la excusa de los politonos, y a los discos duros portátiles, pues muchos los utilizamos para almacenar música o películas. Por si fuera poco, los directivos de la SGAE pretenden que en un futuro no muy lejano se amplíe para que incluya las ADSL y los discos duros normales.
Así que todo el tema va de mal en peor. Ya no sólo nos cobran por lo que podría considerarse lógico pero equivocado, sino que sus ansias de dinero amenazan con frenar la difusión de las conexiones a internet y encarecerlas aún más, retrasando todavía más si cabe la entrada de España en la Sociedad de la Información.
Para que todo esto no ocurra, hace tiempo que surgió una página en la que las personas que estamos contra el canon podemos protestar para pedirle al gobierno que lo retire. Dicha página es www.todoscontraelcanon.es, y a día de hoy ya ha logrado reunir más de 1.600.000 de firmas. Realmente me encantaría que todos vosotros empleárais un par de minutos en añadir vuestro nombre. Puede que con un poco de suerte, y por una vez, consigamos algo.
Todos Contra el Canon
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario